Foto: Frederick Ortiz (Celta Baloncesto)
Sitúese el lector en este contexto: en primer lugar, recuerde la canción de moda de las gradas de animación. Se trata del tema «Será perché ti amo” interpretada por Richi e Poveri, dúo transalpino de principios de los años 80´. La canción de moda en moderna versión que retumba en los pabellones y estadios de medio planeta. ¿Recuerda la letra del nuevo himno de Sons Celtistas? La grada de animación más joven y bullanguera de Liga Femenina Endesa, un aire fresco y sano que está revolucionando el ambiente de la casa del Basket de Navia. Hasta en la última retransmisión por el canal de twich de la Federación Española su estilo de animación causó furor en el dúo de narradoras del partido. Por último, le solicito que recuerde la cuarta estrofa del himno de Sons Celtistas y verá que todo cobra sentido: “En Musa confiamos”.
Murjanatu Musa ha logrado su segunda mención honorífica como jugadora más valorada de la jornada. La jugadora nigeriana, que cumple su tercera temporada en las filas celestes, ha roto la estadística con unos fabulosos 41 créditos valorativos: 24 puntos con una serie de 11 de 14 en tiros de dos, dos tiros libres convertidos. En el aspecto reboteador capturó 17 rebotes, repartió dos asistencias, taponó una vez y recibió seis faltas. Un partido descomunal y decisiva en la victoria celeste ante BAXI Ferrol.
El cántico de Sons Celtistas cobra más fuerza que nunca. En Musa confiamos. El equipo confía en ella para saber que tras un mal tiro la figura de la nigeriana emerge cual ángel para capturar un nuevo rechace. En el partido ante BAXI Ferrol lo hizo hasta en nueve ocasiones, recogiendo lo que el aro devolvía tras un lanzamiento a canasta celeste. Y aprovechó de buena manera para sumar una y otra vez tras rebote ofensivo. Sus alas son sus piernas, desde la que tiene un salto vertical que le permite superar a torres superiores en altura para alcanzar antes que nadie la pelota. Su manera de moverse le permite que sus compañeras puedan encontrarla debajo del aro en lecturas de dos contra dos para obtener canastas en buena posición. Ya se sabe la coletilla: “una canasta hace feliz a uno, una asistencia a dos”.
Si el primer MJ. V. P fue tal vez algo sorprendente para una novata de la competición, el segundo ya no sorprende porque a MJ no se le conoce el techo. Además su equipo confía porque es una jugadora que derrocha energía y no regatea en absoluto el esfuerzo. Sus compañeras saben que siempre está ahí, y que su evolución no conoce límite. Cristina Cantero y todo su cuerpo técnico la guía en su camino y a su vez confía en ella como faro del juego interior. La grada confía tras verla crecer y crecer en las tres temporadas de su vuelo vigués, dado que desde que llegó no ha dejado de progresar.
Pocas veces un himno ha sido tan certero como la versión de Sons Celtistas. Porque, en Musa, confiamos.