Foto: Raquel Carrera este verano con la seleccion en Vigo (Frederick Ortiz)
Ambas jugadoras tienen un denominador común. Sus estancias en el conjunto vigués supusieron un trampolín al desarrollo de sus carreras profesionales, en las que han triunfado tanto a nivel selección española como a nivel europeo y nacional en los diversos equipos en los que han pertenecido.
El partido que se celebrará el próximo sábado ante Valencia Basket tendrá dos protagonistas que están íntimamente ligadas a la historia reciente de Celta Baloncesto. Dos jugadoras descomunales tanto en su talento en la pista como en la huella que han dejado en la retina del aficionado vigués.
En orden temporal, Alba Torrens fue jugadora celeste en las temporadas 2006-2009. Llegó a Vigo procedente de Segle XXI en su último año junior. Con el Celta se proclamó campeón de España junior y en tres temporadas disputó 74 partidos con en Liga Femenina 1, disputando los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. A partir de entonces, su palmarés no dejó de crecer con euroligas, trofeos individuales, medallas con la selección… siendo la mejor jugadora española de la historia sin ningún género de dudas. Será su primer partido en la casa del basket de Navia, pues su hábitat como celeste fue el pabellón de As Travesas, al que retornó el pasado verano con la selección española. No será la primera vez que Alba Torrens se enfrente al Celta. Ya lo hizo en las temporadas 2009 a 2011 vistiendo la camiseta de Perfumerías Avenida.
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Un año más que Alba perteneció a la disciplina celeste Raquel Carrera en Vigo. La ourensana estuvo cuatro temporadas en Vigo, la primera jugando exclusivamente en categorías de formación, alcanzando una tercera plaza en el campeonato de España junior en 2018. Con el primer equipo disputó 84 partidos. Su momento álgido llegó en las fases de ascenso de Valencia y Tenerife. En la primera, el mundo del baloncesto y más concretamente su futuro club, conoció de primera mano las virtudes de la celeste. En la segunda, el premio de mejor jugadora de la fase no pudo consolar la derrota en la final por el ascenso de categoría.
Su fichaje por Valencia, tras una cesión a Araski, la ha catapultado a la selección nacional. Ya ha ganado ligas y trofeos europeos, con premios individuales de gran valor, siendo ya no solo el futuro de la selección española sino su presente más brillante. Será su primer partido con otra camiseta en la casa del basket de Navia. En una entrevista esta misma semana a un medio local indicó que «El Celta es mi casa, a la que quiero y espero volver algún día». Como para no ser una jugadora muy querida por la afición.
Las dos jugadoras, ya leyendas del baloncesto nacional, no solo dejaron en Vigo buenos recuerdos de su estancia baloncestista sino que su recuerdo se engrandece por la sensación de cercanía a la afición. Cercanas y afables en el trato, es el clásico ejemplo de que la persona está incluso por encima de la jugadora. Las disfrutaremos este fin de semana en la casa del basket.